Post inusual, pero el otro día estaba leyendo ciertos blogs
que sigo, y me paré a pensar lo impersonales que pueden llegar a ser. El papel
digital es frío, no llegamos a saber nada de la persona que creemos que nos
está contando algo interesante. Hoy he visto que tengo 2074 visitas, si lo
comparo con otros blogs, es una cosa insignificante, pero para mí cada una de
ellas es un éxito, teniendo en cuenta que tengo veinte entradas y que no se trata de ningún blog de moda, decoración
u otras variedades más amenas, sino que se trata de conceptos de economía que
pueden, en principio, no resultar atractivos. Por ello, quiero agradecer
vuestra participación en uno de mis proyectos, me gustaría que me conocierais
un poco más, quizás los que se sientan identificados, puedan encontrar una
motivación, como la encontré yo.
En realidad no me gusta hablar de mí, no me gusta llamar la
atención, prefiero pasar desapercibida, me pone nerviosa sentirme observada. Mi
familia es modesta, y siempre me han enseñado que sin constancia no se consigue
nada en la vida. Tuve la suerte de estudiar una carrera que me gusta, y la mala
suerte, quizás, de conformarme con el primer trabajo que me salió y que resultó
no convencerme demasiado. Por eso, años después decidí cambiar mi suerte, y
aunque va lento, está cambiando. Soy de la convicción que cuando algo te motiva
llegarás a ser el mejor, y sobre todo, conseguirás ser feliz con ello. La
felicidad, ese ansiado estado que todo el mundo anhela y que nadie es capaz de
percibir la mayoría de las veces, y todo porque se está más preocupado de cómo
encontrarla. Yo soy simple, la encuentro
en beber una cerveza compartida con amigos y una buena conversación. Me encanta
estar bien rodeada, rodeada de buena gente, de aquella que crea y no destruye,
los que prefieren el ahora al mañana. La gente que me enseña, las personas que
son auténticas, los que miran a los ojos sin tapujos me producen admiración y
se ganan mi respeto. Mi punto débil es la mentira, creo que es lo que consigue “matar”
todo lo bueno, siempre digo que es preferible una verdad que duela a una
mentira que mate, lo primero se llega a perdonar, lo segundo consigue sacar lo
peor de mí y además es lo que crea la desilusión, y ésta ya no tiene cura, sólo
tiene cicatriz.
Estar en paro me ha hecho pensar, ha hecho que vuelva a
retomar cosas abandonas, ha hecho que tenga que desaprender cosas y que tenga que aprender otras nuevas. El blog ha sido
una vía de escape, y pensar que alguien puede saber un poco más de algo gracias
a tan poco, me hace sentir bien. Además, me gusta leer y estar informada, creo
que todos deberíamos, ya lo decía José Luís Sampedro, sin libertad de
pensamiento la libertad de expresión es inútil. Hay que estar preparados para
poder interpretar la información.
No podría vivir sin música, lo que una
canción puede hacerme sentir, pocas cosas lo hacen, de hecho, puedo escuchar
1000 veces un tema, que 1000 veces me hace desconectar. Me gusta evadirme,
tener mis ratos de soledad, es cuando saco lo positivo a lo negativo, cuando
decido ver a la vida como una victoria y no como una derrota. Me cuesta digerir
las decepciones producidas por personas que tenían mi aprecio, pero cuando pasa
el tiempo necesario y consigues mirarlas de lejos, te das cuenta de que cada
una te hace crecer como persona y que lo importante es que no hagan que dejes
de ser tú, porque acabas descubriendo que siempre vienen cosas mejores ó
quizás, las veamos como mejores porque aprendes a apreciarlas.
Intento ser autosuficiente y conseguir los méritos por mí
misma, aunque sé que no sería nadie sin mi gente, la necesito para respirar,
desde los que están a 5000km, como los
que están a 10, siempre están. Ya se sabe que no es lo que se dice, es lo que
se hace. Y en mi caso, no me gusta prometer lo que no puedo dar.
Incorformista
por naturaleza, me exijo tener siempre propósitos que alcanzar, intento cuidar
mucho la relación con mi yo, quererse a uno mismo y no olvidar que nos debemos
un respeto es algo fundamental, si quieres no perderte a ti mismo por el
camino. Yo puedo decir que llegué a perderme, pero encontrarme es lo mejor que
me ha podido pasar. Soy más de las pequeñas cosas, y me decanto por los
valientes sin escudo, odio la cobardía, me parece ruin. Me gusta lo directo, lo
sincero y no doy la bienvenida a la desconfianza ni a aquello ó a aquell@s que la
generen.
Quiero poder conseguir mis objetivos, uno de ellos lo tengo
gracias a vosotros, porque al final es cierto, que todo lo que hagas en la vida
tiene un valor, por pequeño que sea, pero un valor, y eso siempre suma, y la
vida se trata de eso, de sumar.
Suerte en vuestros proyectos y gracias por acompañarme en
uno de los míos.
Me despido con una frase de Leonard Cohen “Actúa de la
manera en la que te gustaría ser, y pronto serás de la manera en la que actúas”.