martes, 11 de septiembre de 2012

Un nuevo blog, nuevas formas de intentar demostrar lo que podemos llegar a dar en este mundo que tan complicado se nos está poniendo a los jóvenes. Yo soy una chica de 26 años, he estado trabajando tres años en un banco pero lo dejé justo hace un año.Me arriesgué y me fui al extranjero en busca de nuevas experiencias que me enriquecieran. Sé que puede resultar una "locura" teniendo en cuenta que la tasa de paro alcanza ya el 24,44% según la última Encuesta de Población Activa publicada. Pero si no perseguimos nuestros sueños y no luchamos por intentar conseguir aquello en los que podemos sentirnos realizados de verdad, seremos unos infelices. Y al final lo que no podemos permitirnos, en esta vida que dura más bien poco, es permitir que la vida te pase a ti sin que la vivas.

Será un blog a título informativo donde pretendo explicar determinados conceptos económicos, que aparecen constantemente en los medios de comunicación, de una manera fácil para que aquellas personas que como yo, cuando no tenía ni idea, puedan entender mejor lo que nos acontece en estos tiempos "revueltos".
Mi primera entrada trata sobre algo sencillo, pero me hace ilusión que sea este artículo porque fue el primero que escribí mientras colaboré un tiempo en el periódico regional extremeño VUELTA DE HOJA.



EL TEMIDO DÉFICIT PÚBLICO.
Llevamos  unas semanas sumamente intensas, en las que no hacemos otra cosa que escuchar constantemente  en los  diferentes medios de comunicación términos como prima de riesgo, deuda pública, déficit público… y además podemos observar cómo cualquier persona, sin tener mucha idea en temas financieros, habla sobre ello como si llevará cultivándolo toda la vida. Pero, sabemos realmente qué es el déficit público, por qué se ha producido, cómo influye éste en la deuda y en la tan ya conocida prima de riesgo. Este artículo pretende  explicarles de una manera menos técnica las cuestiones anteriormente expuestas, para que aquellos que no somos expertos en economía podamos entender los problemas que están aconteciendo actualmente en nuestro país.
Los  Estados, como en cualquier economía doméstica, tienen su partida de  ingresos y de gastos. Los ingresos los consiguen a través de tributos, tarifas y tasas varias, productos de monopolios fiscales entre otros, y los gastos públicos los podemos dividir en tres categorías, los Gastos corrientes que son aquellos que ejecuta el Estado para adquirir  los factores de producción necesarios para poder proporcionar bienes y servicios públicos. Estos gastos son los que incrementan la renta nacional, ya que hay una repercusión directa en el bienestar de los ciudadanos y en la productividad del país. Por otro lado tenemos los Gastos de transferencia,  que son aquellos que  no se utilizan para producir servicios públicos sino que se utilizan para cubrir necesidades de determinados beneficiarios. Un ejemplo es nuestro sistema de la Seguridad Social, donde gracias al ingreso que recibe el Estado de los contribuyentes puede atender los gastos de atención médica que tienen los trabajadores y familiares a su cargo, así como las prestaciones por jubilación, prestaciones por desempleo y subsidios o subvenciones no incluidas en el sistema de Seguridad Social. Por último, tenemos los Gastos de inversión  que se producen cuando se adquieren bienes instrumentales o también llamados de capital e incrementan el activo del Estado, y que son lo que se utilizan para la producción por el propio Estado de bienes y servicios. Esos bienes instrumentales a los que hacemos referencia son lo que comúnmente llamamos, materias primas.
Una vez aclarado ligeramente el concepto del gasto, procedo a dar paso a nuestro “querido” Déficit Público o también denominado Déficit Presupuestario. Éste se produce cuando los gastos públicos realizados por el Estado y el resto de entidades públicas (comunidades autónomas y ayuntamientos), durante un determinado periodo, supera a los ingresos.
Ese déficit debe ser cubierto, por ello las administraciones públicas acuden al sector privado para financiarse, emitiendo bonos y obligaciones a x años que se devolverán a un tipo de interés pactado en el momento de la emisión. El conjunto de préstamos que pide el sector público es lo que da lugar a la deuda pública.
 Veamos un ejemplo, si yo necesito comer tres patatas diarias (gastos) pero sólo tengo dos (ingresos), tendré un déficit de una patata y lo que hago para intentar solucionar el problema es acudir a mi vecino para pedirle prestada una patata, lo que implica que genere una deuda por valor de una patata.
Estamos de acuerdo que cuanto mayor es el gasto público, mayor será el déficit si los ingresos no suben, y si mayor es el déficit mas deuda pública tendrá que emitir el Estado y más empobrecidos estaremos en un futuro, porque son las generaciones venideras las que tendrán que pagar los intereses de esa deuda con los impuestos.
El problema reside en la estructura del gasto, cuando se incrementa el gasto público para fomentar la productividad y la inversión y conseguir así un crecimiento de la demanda agregada *, el país conseguirá crecimiento sostenible, y aunque tenga que acudir a los mercados para financiarse, podrá amortizar esa deuda sin problemas al generar los recursos suficientes para ello. En España gran parte de la deuda que emite el Estado se utiliza para pagar el subsidio de desempleo de ese 21% de personas en busca de empleo que empantanan las colas del I.N.E.M, en lugar de ir destinada a cubrir inversiones que impulsen el crecimiento de la economía y consigan así crear empleo. 
De esta manera  entendemos que el déficit está directamente relacionado con los planes de estímulo que en época de crisis son tan importantes para incentivar a la demanda. El punto de inflexión se produce cuando el déficit es excesivamente alto puesto que empieza a ser peligroso por el endeudamiento que origina. Y cuando un país tiene un déficit muy alto tendrá mayores problemas para obtener préstamos del sector privado ó de los mercados. Estos efectos se ven reflejados en los tipos de interés, los cuales serán mayores cuanta más incertidumbre exista en la economía. Y esa incertidumbre se plasma en la prima de riesgo, concepto que explicaremos en el próximo artículo.
La U.E está obligando a los estados miembros a reducir sus márgenes de déficit por el sobreendeudamiento que se está llevando a cabo y esto para los ciudadanos se reflejará en una reducción de su estado de bienestar, por una parte recortando en gastos (corrientes y de inversión) y por otra elevando los impuestos.
¿Y por qué los mercados desconfían de España? Porque las previsiones de crecimiento son mínimas con esa tasa de paro que dobla la media de la U.E y se necesita un plan de estímulos creíbles que incentiven la creación de empleo a medio y largo plazo. Necesitamos que el gobierno tome medidas para que haya unos cambios estructurales y dar así estabilidad.

2 comentarios:

  1. Voy a leerme todos tus artículos, aunque he de decir que este me ha costado un poco seguirlo, aunque lo conseguí. Muy bien explicado.

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    1. Muchas gracias Javi, te lo agradezco y me alegra que te enteres aunque sea un poco :)

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