lunes, 4 de marzo de 2013


Eso que llaman PIB

Después de las terroríficas cifras de paro publicadas, he decidido hablar un poco sobre esta variable macroeconómica, tan conocida y al mismo tiempo tan desconocida, puesto que la gran mayoría no saben qué mide ni qué variables lo componen. Y decido esto, porque es con el PIB con el que los economistas miden el crecimiento de un país, y dado que el crecimiento es lo que hace crear empleo, puede que os ayude saber qué influencia tiene esta variable en el mismo.

El crecimiento económico se mide con el PIB (Producto Interior Bruto), cada vez hay más teorías en contra de ello puesto que no se tienen en cuenta a otras muchas variables importantes, sólo el aumento de la renta o de los bienes y servicios producidos en un país durante un periodo de tiempo.
Se dice que el PIB es una herramienta macroeconómica porque se utiliza para estudiar la “economía global”. El término macroeconomía se utiliza cuando hablamos sobre el estudio global de la economía. Cuando muchas veces leemos o escuchamos en los medios de comunicación “política fiscal y  política monetaria”, saber que se trata de estrategias macroeconómicas, porque afectan a la economía en su conjunto.

Retomando la definición del PIB, se dice que es la variable que mide el valor monetario de los bienes y servicios finales que son producidos en una economía. Se tiende a pensar que es la variable por excelencia para saber cómo está el país. Y es por ello, por lo que se la considera una medida del bienestar, porque se supone que un  mayor PIB implica unos mayores ingresos para la población, y esos mayores ingresos hacen incrementar el consumo, con lo que más necesidades se quedan cubiertas y esto aumenta el nivel de bienestar. Hay muchas discrepancias con tomar el PIB como medida del bienestar  puesto que sólo  se mide a través del ingreso, y el estado de bienestar no sólo depende de los  ingresos, sino que hay variables como la salud individual y ambiental, calidad de vida etc. que también influyen en el estado de bienestar.
 Dicho esto, nos quedamos con que la variable PIB es un buen indicador del rendimiento macroeconómico, pero que no  es una buena medida en solitario, para medir el estado de bienestar en su conjunto

Otra cosa en la que quiero reparar, es la diferencia entre lo que llaman PIB Nominal y PIB Real. En el PIB Nominal nos encontramos con la presencia de la inflación, que dificulta las comparaciones entre períodos  al tener en cuenta la influencia de los precios. Imaginemos que estamos comparando el PIB  de dos  períodos consecutivos, pero que durante el segundo período se ha producido una subida generalizada de precios,  provocando un incremento de la inflación y cómo consecuencia, también un incremento del PIB en ese período. Pero ¡OJO!, no debido a un incremento de producción sino a un incremento de precios. Para evitar esto, se acude al PIB Real, que se consigue descontando el efecto de la inflación en el precio, en términos más técnicos, decimos deflactando el PIB Nominal. Y de esta manera, se mide realmente que se haya producido un incremento en el PIB por un incremento en la producción de bienes y servicios, y no por una subida de precios de los mismos.

Aunque no vamos a entrar en analizar cómo se calcula el PIB porque no es el fin de este artículo, para aquellos interesados que tengan curiosidad en saber qué tipo de variables se tienen en cuenta para su cálculo, échenle un vistazo a lo siguiente.
El PIB se mide sumando todas las demandas de bienes y servicios que se producen en un determinado espacio. Realmente lo que se hace es cuantificar la producción. Podemos dividir el gasto de un país en cuatro: El consumo, que es el gasto que llevan a cabo las familias; la inversión en capital, es el llevado a cabo por el sector empresarial en viene de equipo etc.; el consumo del gobierno, conocido como gasto público; y los resultados netos del comercio exterior, que es la diferencia entre exportaciones e importaciones.
Analizando lo anterior, ahora podemos ver cómo en el caso de España, donde el consumo de las familias se ha visto reducido  bruscamente; las empresas no invierten porque entre otros factores, el sistema financiero no está moviendo el crédito; donde el gasto público ha sido reducido frente a las exigencias de la U.E, el PIB  se encuentra en un retroceso continuo, y así la creación de empleo se parece, en mi opinión, cada vez más a una utopía.